Necesito sólo un minuto para pensar en mí, en qué me está pasando. Para poder encontrar una solución o por lo menos una forma de explicarles a los demás qué siento. Me gustaría poder entender por qué no puedo guardarme mis problemas para mi, por qué me hace tan mal quedármelos adentro. Quiero encontrar palabras para completar esta hoja en blanco, pero lo que más me interesa es poder hablar de un tema sin problemas, con fluidez y sin temor de las críticas. No se qué verbos usar para no repetirlos y tampoco quiero escribir algo típico, sino que tenga mi estilo, mis palabras, mi redacción, mis ideas y posiciones frente a las situaciones. Quiero hablar de la vida, de todo lo que aprendí con el tiempo y los errores, pero no se cómo, porque lo que quiero decir ya esta escrito y tengo miedo de repetir algo y que pierda el sentido mi intento de monografía totalmente personal. Estoy harta de algunas cosas, pero harta en el verdadero sentido de la palabra. Estar harta para mi significa llegar al punto de la intolerancia hacia una situación o actitud de alguien. Tambien lo podría definir como saturación que seria no permitir que algo intolerable consiga entrar en nuestra mente porque provocaría una explosión. Intolerancia lo pienso como el rechazo de algo que ya nos tiene hartos o no poder soportar situaciones, hechos, etc. Todo es como un círculo, las definiciones se entrecruzan y en fin, se relacionan estrechamente. A veces llego a sentir saturación de cosas que antes me hacían tan bien. Entre las cosas que me son intolerantes en este momento, están algunos pensamientos que antes invadían mi cabeza y eso me hacía sentir de lo mejor. Pero hoy, no puedo tolerar pensarlo porque eriza la piel, me borra la sonrisa, y el placer que alguna vez sentí, se vuelve dolor.