jueves, 24 de marzo de 2011

24 de Marzo






Te busca madre mientras su cuerpo
 es mecido por el mar en el que se sumerge dormido.
 Sueña tu abrazo, busca recuerdos, a los que aferrarse para no conciliar el sueño.
  El mar se inquieta, es tempestad, lamento.
 ¿Quién pudo lanzar mil ángeles desde el cielo? 
Y oye tus gritos, blancos pañuelos, cubren sus aguas, los trajo el viento.
  Manda una ola para que se lleve a los traidores que sembraron tanta muerte.
 Barcos y naúfragos oyen sus voces.
 Les dicen "Nunca, nunca, olviden nuestros nombres". 
 Díle a las madres que en algún lado, donde hace falta, seguimos luchando. 
Madre, tu hijo no ha desaparecido. Madre, que yo lo encontré andando contigo.
  Lo veo en tus ojos, lo oígo en tu boca, y en cada gesto tuyo me nombra.
 Lo veo en mis luchas y me acompaña entre las llamas de cada nueva batalla.
  Guían mis manos sus manos fuertes, hacia el futuro, hasta la victoria siempre. 
Guían mis manos sus manos fuertes, hacia el futuro, hasta la victoria siempre.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Cuando el corazón y la mente no se ponen de acuerdo, entramos en conflicto. Todo se confunde, desde lo más ínfimo, hasta el sentimiento más puro. El problema es básicamente que en una situación en la que sintamos algo y pensemos otra cosa, no sabemos qué decidir. ¿Cuántas desilusiones nos habremos comido por no hacernos caso? Que cabeza duras somos! Intentamos protegernos de lo que sentimos, y nos dejamos llevar por unos pensamientos armados para no lastimarnos; o pensamos algo que no concuerda con lo que sentimos y elegimos el camino equivocado. Vamos y venimos, por acá y por allá. Buscando algo que no llega, o que simplemente esquivamos inconscientemente. ¿Estamos eligiendo bien? Qué pregunta. Si no estamos seguros, damos pasos al costado, hacia atrás, o nos quedamos quietos. Quitos, inmóviles, intentando tomar la desición correcta, intentando creer en lo que creemos y no en lo que creemos que tenemos que creer. ¿Nos atrevemos a hacerlo? No siempre. No siempre nos jugamos, dejando atrás todas las creencias y pensamientos por algo que sentimos. La cuestión es cuando sí lo hacemos, en el momento equivocado. Entonces pensamos para nosotros mismos: ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Por qué no puedo? Lo que pasa es que la mente y el corazón no concuerdan, no concuerdan.

martes, 22 de marzo de 2011

Si la vida es un instante, te apoderaste del mío.

Y aunque ya no estés, si veo alguna de tus fotos o leo tu nombre en algún lugar sigo temblando y mi corazón se acelera de la misma manera que lo hizo aquella primera vez que te vi.

Fue una sensación increíble, logre ver más allá de unos simples ojos, una simple sonrisa. Fue la primera vez que pude verme reflejado en otra persona y fuiste vos quien se adueñó de ese momento.

En tus ojos, tu mirada, tu sonrisa, tu boca, tus labios en cada lugar de tu cuerpo ahí estaba yo.

Gracias por haberme echo sentir que el mundo estaba a mis pies tan solo por un instante. Ese instante, siempre, va a ser tuyo.


FerP http://sinrumbohacianingunlugar.blogspot.com