martes, 26 de octubre de 2010


La carcasa de acero se rompió, a pesar de bancarse hasta el más fuerte golpe, esta vez se rompió. Se deshizo y me dejó así, desnuda, indefensa. Todo lo que acumulaba se incrustó aún más en mi alma, desarmándome, deshaciendome. Todas las lágrimas que esquive, ahora salen como lo hace el agua cuando llueve, como sale el humo cuando algo se quema, sin parar, sin interrumpirse por nada. No puedo evitarlo, cómo hacerlo si me caigo a pedazos... No se puede seguir así, no se debe, es inhumano. Toda la mentira, el falso bienestar hoy se rompen frente a mis ojos, y lo merezco, por haber inventado cosas que no existían, por haberme puesto la careta de siempre, la que no es la primera vez que se sale y me deja inestable, indefensa. Me debilito, empiezo a sentirme diferente, ya no quiero cosas que antes quería ni veo a las personas como antes las veía. Ya no puedo, ya no quiero...

martes, 12 de octubre de 2010


A la vida hay que hacerle el amor, sin drama, con locura y pasión. Jugar con la imaginación, sin tener que pedir perdón.

miércoles, 6 de octubre de 2010


Me acobardó la soledad y el miedo enorme de morir lejos de ti. Qué ganas tuve de llorar sintiendo junto a mí la burla de la realidad. Y el corazón me suplicó que te buscara y que te diera mi querer. Me lo pedía el corazón y entonces te busqué creyéndote mi salvación. Y ahora que estoy frente a ti parecemos, ya ves, dos extraños... lección que por fin aprendí ¡cómo cambian las cosas, los años! Angustia de saber muertas ya la ilusión y la fe, perdón si me ves lagrimear... los recuerdos me han hecho mal. Palideció la luz del sol al escucharte fríamente conversar. Fue tan distinto nuestro amor y duele comprobar que todo, todo terminó ¡Qué gran error volverte a ver para llevarme destrozado el corazón! Son mil fantasmas, al volver burlándose de mí las horas de ese muerto ayer. Y ahora que estoy frente a ti parecemos, ya ves, dos extraños... lección que por fin aprendí ¡cómo cambian las cosas, los años! Angustia de saber muertas ya la ilusión y la fe, perdón si me ves lagrimear... son los recuerdos, me han hecho mal.

viernes, 1 de octubre de 2010


Existen canciones para pensar, canciones para llorar, para recordar, para reír. Existen momentos que se dedican a estar bien con determinadas personas, que son quienes te lo garantizan. Hay lugares en los que si observas con cuidado, podes darte cuenta de un millón de cosas. Hay situaciones que te enseñan mil cosas, como hay aquellas que nunca podes terminar de entender. Hay personas que te transmiten energía positiva, que te dan ganas de sonreír hasta en los peores momentos, las que saben entenderte a pleno, y saben cuándo darte un abrazo y cuándo quedarse viendote llorar. Existen instantes de reflexión pura, en los que comenzas a comprender el mundo que te rodea. Hay momentos de preocupación, de meditación y de análisis, en los que llegas a determinar qué errores cometes constantemente y cómo hacer para evitarlos. Hay amores para vivirlos a pleno y disfrutarlos sin censura, hay amores que matan y otros que poco a poco mueren. Hay besos que sellan pactos, abrazos que comienzan o terminan una etapa, hay palabras profundas que pueden crear el sentimiento más hermoso, actitudes que crean problemas o soluciones. Hay momentos de tristeza como también los hay de felicidad. Existe un deber para cada derecho, una canción para cada momento, una muda de ropa para cada ocasión, un beso para cada instante, una atención para cada situación, una preocupación para cada persona, un lugar para cada encuentro, una flor para cada conquista, una frase para cada intento, una mirada especial para cada persona, un significado para cada nombre, un escondite para cada problema, una cura para cada herida, una cara para cada sentimiento, un perdón para cada error, un centro para cada cosa, un esfuerzo para cada proposición y una vida para cada cuál que quiera vivirla.