lunes, 20 de julio de 2009


No quiero sentirte, ni saber más de vos. Alejate de mi, me provocas sólo disturbios. ¿Por qué lo haces? Pensarte me genera dolor, escucharte nombrar, escalofríos. ¿Qué se siente degradar la vida de las personas? Creo que te encanta. Sos compañía fiel, ni aunque te lo ruegue te alejas. Hace bastante que venís conmigo, ¿no tenés otra cosa que hacer? Si te tuviera lejos, mis días serían normales, pero no, te incrustaste en mi alma para que me sea prácticamente imposible deshacerme de vos. Me provocas el peor sufrimiento y me llevas a cosas que sabes que me perjudican. Me das falsas ilusiones, alegrías muy poco duraderas, para que yo tenga esperanzas de que te estas alejando; pero volves de la peor manera, destruyéndome. Porque sabes que soy muy débil, y eso te alienta para seguir en mi. No te quiero, nunca lo hice, ¿por qué venís conmigo y no con alguien que te quiera y necesite? Ya no soledad, no bebas de mi débil sangre, no consumas mi alma...

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