
Pasan tantas cosas por mi cabeza, tantas. Cada vez que algo se me cruza, reacciono de distinta forma. Siento cosas fuertes, pero no puedo explicarlas, no encuentro manera de hacerlo. Entiendo y veo las cosas de cierta forma, pero eso no significa que pueda explicarlas. Me asusta llegar a esos momentos en los que me quedo sola, porque sé que me pongo a pensar y exploto. No sé bien qué es lo que me hace sentir diferente, pero así me siento, diferente de los demás. O eso creo, quizás no soy la única que llora en secreto, que explota en secreto. Es profundo, desconocido, diferente, extraño, vacío, lo que siento. Me invade algo, algo indescriptible, y por esa misma razón, no puedo ni explicarlo ni entenderlo. Pedir ayuda, no hacerlo, recibir ayuda, no hacerlo; he aqui mi gran duda. No ayudarme, ni poder ayudar a que me ayuden: AYUDA. Si ni yo sé qué es lo que se agranda dentro mío y me va destruyendo, ¿cómo puede otro entenderme? No puede, y menos que menos ayudarme. Me veo tan vacía, sin sentido, apagada. Creería que a veces da miedo verme así, pero ya se está haciendo más normal; ya no hay ni forma ni ganas de volver atrás. Ahora habrá que darle tiempo al tiempo: que sea lo que dios quiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario